Ya sabemos que no todos los perros son iguales, por lo tanto sus necesidades tampoco lo son. Pero en este artículo

vamos a tratar principalmente de los distintos requerimientos entre cachorros y adultos.

Un cachorro, debe comenzar a partir de los 20 días a ingerir alimento sólido, a pesar de seguir tomando leche materna, para comenzar la transición y adaptación al cambio de alimentación. Esta dieta que consuma desde el destete será la que consumirá hasta la adultez, que en razas pequeñas se puede considerar hasta los 10 meses y 12 meses y en razas gigantes entre los 18 meses y 2 años de edad.

En plena etapa de crecimiento, los cachorros necesitan un aporte superior de proteínas y calorías. Tengamos en cuenta que no solo necesita energía para jugar, para sus funciones básicas, sino que su metabolismo va más rápido. Es una etapa en que sus dimensiones crecen rápidamente, de forma explosiva y la dieta debe acompañar estos grandes cambios.

A diferencia de lo que ocurre cuando ya se es adulto, si bien hay animales más activos y otros más sedentarios, entramos en una etapa de mantenimiento metabólico. La cantidad de proteínas y calorías que aporta un alimento debe ser menor, para evitar trastornos como la obesidad que puede traer consigo problemas y enfermedades metabólicas y osteoarticulares entre las más importantes. A medida que pasan los años, debemos cambiar por alimentos con menor aporte de ciertos nutrientes o aportes extras de otros, para trabajar en la prevención de patologías en nuestras mascotas mayores.

Debemos siempre tener en cuenta que además de la edad, hay otros factores a la hora de elegir un alimento, como la raza, el estado metabólico, la existencia de patologías de base. Por lo cual debemos contar con nuestro médico veterinario de cabecera como guía para ayudarnos a encontrar el alimento indicado para nuestra mascota.