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5 errores comunes al retar a un perro

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5 errores comunes al retar a un perro

 

5 ERRORES COMUNES AL RETAR A UN PERRO

A la hora de compartir la vida con una mascota, tenemos que pensar no solo en brindarle todo nuestro amor, techo, comida y sanidad sino también EDUCACIÓN.

 

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La educación es el proceso por el cual le enseñamos a nuestra mascota lo que NO queremos que haga, aquellas conductas que nos molestan y no deseamos que repita.


Los errores más frecuentes al retar a nuestro perro son:

MOMENTO EN QUE LO RETAMOS
Es el error MÁS frecuente. Llegamos de la calle y vemos ese almohadón roto, ese pipí dentro de casa, esa pantufla masticada… y nos ponemos a gritarle y a sacudir las manos: ERROR!


El reto se debe efectuar inmediatamente después de que nuestra mascota haya hecho algo inadecuado, o mejor aún “con las manos en la masa” es decir en el momento exacto en que lo está haciendo. Nunca pasado un rato ya que no entiende cuál es el motivo del enojo. O lo que es aún peor: tu perro puede asociar el castigo a algo que haya hecho antes y que no sea necesariamente malo. Si llegaste tarde y no sabes cuándo lo hizo, tendrás que esperar a dedicarle tiempo y atención y agarrarlo en el momento exacto.

RETAR POR EL NOMBRE
Asociar el nombre de nuestro perrito con un grito, un ademan de manos en señal de reto o enojo no es correcto. Puede que en otras ocasiones más felices cuando queramos llamarlo para que acuda al lugar no venga o se esconda. Esto sucede porque asocia sonidos con acciones y si vinculamos constantemente su nombre a un reto, esto funcionará negativamente.
Es una buena opción inventar o seleccionar una palabra y utilizarla solo en los momentos de reto o enojo. Podría ser una palabra corta y de fácil pronunciación: ah, Ei, NO, Que. No la repitas muchas veces. Solo decirla en voz alta una vez, después de que haya hecho algo malo, y señálalo con el dedo para que sepa que se la decís a él.

HABLAR MÁS DE LO QUE ENTIENDE MI PERRO
Pero a ti te parece lo que hiciste con los almohadones del sillón mientras yo me fui a trabajar?
Como puede ser que mientras fui a comprar alimentos vos te mastiques ese libro?


NO debemos hablarle a nuestro perro como si fuera un humano. Otro de los errores más frecuentes es decir frases largas con palabras que no puede entender.


No debemos hablar mucho, ellos en cuanto a vinculación social son más visuales que auditivos es decir nos miran más de lo que nos escuchan. Por esto es efectivo “actuar” con el lenguaje corporal el enojo y asociar este reto con una palabra como lo vimos antes. Después de decirle la palabra que hayas escogido no te rías o lo acaricies, mantener la distancia por un rato.

 

RETAR CONDUCTAS NATURALES
Antes de ponernos a gritar a nuestro fiel compañero paremos un minuto y recordemos que los perros rompen cosas, todos lo hacen y lo harán. Uno como familia debe asumir y entender que es parte de su aprendizaje y naturaleza. No debemos pretender transformar a nuestro perro en un humano. Es un animal domesticado y como tal mantiene hábitos que lo identifican con su especie. Está bien trabajar con él para enseñarle que determinadas conductas no son deseadas por nosotros pero no perder de vista que son hábitos que modificara solo por nuestra conveniencia.

RECURRIR A LA VIOLENCIA
Usar la violencia para retarlo no es la solución. Puede que lo único que conseguirás es volverlo agresivo y desconfiado. Premiar y reforzar las conductas positivas es mucho más efectivo que aplicar cualquier reto. Darles pequeñas recompensas en forma de mimos, juguetes o golosinas cuando haga algo que está muy bien es la manera de enseñar.

Fuente: Agustina Bermudez, veterinaria.

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