Una alternativa poco conocida pero efectiva es el uso de collares antiparasitarios, como los collares pulguicidas (para gatos), garrapaticidas y piojicidas, que también actúan contra flebótomos y mosquitos. Estos collares están hechos de plástico y contienen en su interior un principio activo, es decir, sustancias medicamentosas. Estas sustancias se encuentran dispersas en forma de micropartículas en el interior del collar y se liberan de forma continua en la superficie del mismo. Algunos de estos collares pueden proteger a tu mascota durante aproximadamente 3 meses, mientras que otros pueden durar hasta 6 meses, dependiendo de la composición del principio activo.

Es importante destacar que estos collares solo deben usarse en mascotas mayores de 2 meses de edad y no deben aplicarse en hembras preñadas o en período de lactancia. Si tu mascota tiene problemas en la piel, es fundamental que consultes a tu veterinario para saber si recomienda o no el uso de estos collares. Además, debes prestar atención a las posibles reacciones locales en el área de contacto del collar, ya que tu mascota podría desarrollar una dermatitis debido al contacto con las sustancias medicamentosas.

Si eres de los que les gusta bañar a su mascota con frecuencia, debes retirar el collar durante el baño. Una vez que tu mascota esté completamente seca, puedes volver a colocar el collar sin problemas. El contacto con el agua puede disminuir la eficacia del collar, por lo que es importante seguir esta precaución.

El asesoramiento de tu veterinario es crucial, ya que existen collares específicos para gatos y otros para perros, y las indicaciones varían según si tu mascota es cachorro o adulta. Si no se usan correctamente, estas sustancias medicamentosas pueden intoxicar a tu mascota, por lo que siempre es esencial seguir las instrucciones del fabricante sobre cómo colocar el collar para evitar cualquier accidente.